Existen tres opciones de reciclaje de agua en una vivienda: a través
de purificar las aguas grises (aguas de lavabos y duchas), las aguas
negras (aguas de cloaca y la cocina), y además es posible aprovechar el
agua de lluvia que cae sobre el tejado de una vivienda.
El
tratamiento de aguas pasa por un proceso de captación o recolección de
las aguas lluvias por medio de un techo con una inclinación mínima de
20%, esta agua es canalizada a través de tuberías a un depósito general,
con el cuidado de no introducir elementos solidos como hojas de
árboles, heces de gatos, entre otros; esto se logra añadiendo un filtro
sencillo en la tubería.
Filtro sencillo para tuberia
La capacidad del depósito depende de la cantidad de agua que se desee almacenar, posteriormente esa agua puede ser utilizada directamente para limpiar suelos, vehículos, lavadora o riego de jardín.
Una vez se tenga el agua en el depósito, esta puede ser potabilizada añadiendo un sistema de control para el tratamiento de las aguas, que añade una serie de filtros potabilizadores y distribuyen el agua a través de las tuberías de la vivienda, con la opción de tener un sistema dual entre las aguas provenientes de la compañía de servicios de agua y las recolectadas por el sistema de tratamiento de aguas lluvia.
Concepto del Funcionamiento